Hace poco más de un año, publicábamos en este blog de Conversia, una noticia que informaba que las Golden Visas favorecían el blanqueo de capitales. Ahora, el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac) ha advertido que vigilará a aquellos españoles que se acojan al régimen fiscal portugués para extranjeros, es decir, la visa dorada. Sigue leyendo este post de Conversia para saber todos los detalles.

Evitar blanqueo de capitales con las visas doradas

El Sepblac ha hecho público que estudiará las rentas que se trasladan a Portugal en el marco de las conocidas “visas doradas” para extranjeros. De esta manera, se pretende evitar la fuga de dinero que podría haber sido obtenido de forma irregular, sin fiscalizar o procedente de actividades delictivas. Asimismo, se aumenta la presión sobre aquellas personas con rendimientos altos para que mantengan su residencia fiscal en España y paguen los impuestos aquí.

Los expertos señalan que con el cambio de gobierno español, han sido muchas las grandes fortunas que se están planteando pagar los impuestos en el país vecino, por miedo a que haya un incremento fiscal.

En 2009, el gobierno portugués, creó el Régimen de los Residentes no Habituales con la intención de captar inversión extranjera y atraer hacia el país profesionales cualificados, pensionistas extranjeros e individuos con altos patrimonios. Para beneficiarse de este tipo de régimen, el ciudadano extranjero no puede haber sido residente fiscal en Portugal en los últimos cinco años y debe adquirir la residencia tributaria lusa. Para hacerlo, la persona debe residir en el país más de la mitad del año, es decir, 183 días por año; también puede residir durante un plazo menor de tiempo, siempre que acredite a Hacienda que dispone todo el año de una vivienda, con la intención de conservarla y ocuparla como residencia habitual.

Vigilar dónde se mantiene el centro de intereses del ciudadano

Sin embargo, la Agencia Tributaria española, en muchos casos se vale de alguno de los criterios reflejados en el artículo 9 de la Ley del IRPF para considerar que estas personas, trasladadas a otro país, siguen residiendo realmente en España y, por lo tanto, deberían pagar sus impuestos aquí. Uno de los principales criterios por los que Hacienda considera que una persona sigue viviendo en España es comprobar si el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses económicos se encuentran en el país.

En caso de que el contribuyente consiga acreditar su residencia fiscal en otro país, la Agencia Tributaria recurre a las reglas de desempate del artículo cuatro sobre el convenio aplicable en estos casos.

España también cuenta con esa medida

A pesar de que España se dedica a investigar a los ciudadanos que quieren pagar sus impuestos en otro país, España también ofrece la opción de las “visas doradas” a extranjeros. En este caso, al igual que en otros países, el requisito fundamental es que los nuevos ciudadanos efectúen  inversiones inmobiliarias en España por un valor igual o superior a 500.000 euros, que son libres de carga o tasas.

Al principio se concede al inversor el visado por un año. Si este mantiene todos los requisitos durante estos primeros doce meses, se le proporciona un permiso de residencia con vigencia de dos años, el cual es prorrogable. Para obtener la residencia a largo plazo se debe residir más de  cinco años.